La frustración, una emoción inevitable, surge de la discrepancia entre nuestras expectativas y la realidad, influenciada por factores internos y externos. Aunque negativa, puede ser un catalizador para el cambio. Para manejarla, se recomienda anticipar escenarios, reconocer la emoción, buscar alternativas, participar en actividades placenteras y aceptar la falta de control total.
¿POR QUÉ VIVIMOS EN LA FRUSTRACIÓN?: FILOSOFÍA Y TÉCNICAS PARA AFRONTAR LA FRUSTRACIÓN
